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Los 7 hábitos que le impiden hablar ruso con fluidez

Cuando empieces a aprender ruso querrás obtener, si no inmediatamente, al menos un resultado relativamente rápido de tus esfuerzos. Pero a veces el proceso se prolonga durante años sin éxito visible. Hay una pregunta lógica: ¿por qué?

Paradójicamente, hay una serie de razones muy buenas.

Antes de abandonar lo que has empezado, plantéate si lo estás haciendo todo bien.

Es posible que un solo error haya provocado un gran problema, cuya solución puede conducir finalmente al tan esperado éxito.

Sea objetivo y honesto consigo mismo: ¿se ha enfrentado alguna vez a alguno de los retos que figuran a continuación?

1. Falta de un sistema

Un error común es simplemente: “El libro de texto no es lo principal. No lo necesito.

De hecho, la falta de una estructura clara en el material tiene un gran impacto en la calidad del conocimiento.

Al principio del viaje, es muy importante elegir un libro de texto que sirva de base sólida para la futura “casa”.

No es necesario, e incluso improductivo, limitarse a un solo libro de texto, pero es doblemente peligroso actuar al azar.

Es importante elegir un libro que incluya una lista lógicamente estructurada de temas gramaticales básicos, con reglas y ejemplos ilustrativos, y que posteriormente pueda desempeñar el papel de “marco”,

ayudando a construir un edificio sólido, cada ladrillo estará en su sitio, incluso muchos años después.

2. Práctica irregular

“Sin la práctica diaria, el idioma se olvida”, esta es una perogrullada que no tiene sentido cuestionar, sobre todo si estás dando tus primeros pasos en el aprendizaje del idioma.

Sin embargo, en la mayoría de los casos, se ignora este postulado y se confía en el azar.

Parece que una o dos clases al mes son suficientes para dominar el ruso.

Pero esto es sólo una ilusión.

Se puede conseguir un efecto visible dedicando al menos una hora al día al idioma, idealmente, y por supuesto, siguiendo un sistema de lecciones.

Sachkuka, un estudiante perjudica principalmente a sí mismo: aprendido rápidamente olvidado, y los nuevos temas después de un largo descanso es extremadamente difícil.

Al día siguiente se produce un efecto de dolor muscular que es de esperar si no se “practica” regularmente.

Para evitar este malestar, no debes faltar a las clases sin una buena razón.

3. No repetir lo aprendido

Como dice el viejo refrán latino: “La repetición es la madre del aprendizaje”.

Por supuesto, siempre es más interesante aprender algo nuevo y obtener información fresca, pero hay que volver a los temas estudiados de vez en cuando.

El material estudiado debe ser objeto de un seguimiento constante.

Es importante mantener el pulso: pruebas periódicas, cuestionarios, dictados para saber hasta qué punto se dominan los temas, si merece la pena aprender algo, repetirlo o repasarlo.

Este procedimiento es especialmente importante si no hay posibilidad de hablar la lengua cada día en la vida normal.

4. Fragmentación

Algunas personas piensan que, por ejemplo, basta con leer textos en ruso o ver películas para saber ruso con fluidez, pero esta idea está muy lejos de la realidad.

Es importante adoptar un enfoque holístico y combinar el visionado regular de películas con lecciones clásicas, tareas para practicar la gramática y el vocabulario rusos y la comprensión auditiva.

Es importante combinar estos tipos de actividades, su proporción y regularidad depende de la personalidad del individuo, sólo así se puede alcanzar finalmente el objetivo deseado.

Y, por supuesto, cualquier visionado de una película debe ir acompañado de la toma de notas de las frases, expresiones y palabras nuevas que hay que aprender.

No hay que confiar únicamente en las maravillas de la memoria.

5. Aprendizaje memorístico sin sentido

El aprendizaje automático de frases, expresiones y expresiones sacadas de contexto no lleva a ninguna parte.

Una excelente alternativa a los monótonos ejercicios de repetición son los ejercicios con palabras nuevas que puedes escribir tú mismo o encontrar en libros de gramática.

Este método le ayudará a recordar la nueva información y a mantenerla en su memoria durante mucho tiempo.

Inventa diálogos, monólogos, escribe temas, incluyendo frases nuevas, y luego vuelve a contarlos.

Intente insertar expresiones en su discurso, utilícelas de forma más activa, para que los conocimientos funcionen y no se queden en los recovecos de la memoria de forma conservada.

6. Falta de tiempo para los deberes

Si no tiene tiempo, debe pensar si debe empezar a aprender un idioma ahora o si tiene sentido posponerlo por un tiempo.

Todos los idiomas requieren mucho tiempo, aunque suene a tópico.

Los deberes son una parte esencial del proceso educativo sin la cual no puedes consolidar lo que has aprendido, descubrir tus puntos débiles y, sencillamente, practicar.

Hacer los deberes es necesario e importante, de lo contrario no tiene sentido.

7. Prioridades difusas

Si aprender ruso está en el número 25 de tu lista de objetivos, probablemente no sea una habilidad que necesites desesperadamente en este momento.

Incluso si empiezas a aprenderlo, hay al menos 24 excusas serias para justificar que no lo hagas regularmente.

Seguirá sin haber resultados.

Por lo tanto, es crucial que se responda a sí mismo: “¿Realmente necesito el ruso ahora? ¿Ahora mismo?”

Si puedes ponerlo al menos en tercer lugar en tu lista de prioridades, entonces tiene sentido empezar.

Quizás hayas encontrado al menos un hábito de la lista que te resulte dolorosamente familiar.

Si es así, piénsalo, ¿quizás te esté impidiendo alcanzar todo tu potencial y lograr resultados?

La respuesta a esta pregunta determinará en gran medida el éxito de todo el “evento”.

Buena suerte.